En los albores de la medicina, algunos autores como Homero, Hipócrates o Areteo describieron, en ocasiones de forma vívida, cómo algunas personas estaban "sujetas" a cambios inconsistentes del estado de ánimo, melancolía, tristeza, dolor, depresión, manía e ira. La edad media suprimió todas estas observaciones, y no fue hasta el renacimiento cuando se recuperaron algunas de ellas. El primer teórico que revitaliza la noción de covariación entre estados de ánimo impulsivos y erráticos en un solo síndrome fue Bonet, quien la denominó folie maniaco-mélancolique en 1684