La esperanza de vida para una persona con Brucelosis (también conocida como Fiebre de Malta) es generalmente muy buena. Con tratamiento temprano, dentro de los primeros meses después del pronóstico, las probabilidades de curación son muy altas y el riesgo de recaída o enfermedad crónica es casi nulo.
Aquellas personas que no reciben tratamiento o que no reciben el tratamiento adecuado tienen una mayor probabilidad de recurrencia, por lo tanto el diagnostico temprano y la intervención son esenciales.
La tasa de mortalidad general, tanto en casos agudos como crónicos, es muy baja, probablemente inferior al 2%. Cuando el paciente fallece, generalmente se debe a una complicación por endocarditis asociada o por afectación neurológica grave.