Dolor muy intenso, no pulsátil, agudo, centrado en la órbita del ojo y propagándose por la frente, sien, zona parietal y occipital.
Agitación extrema. Fotofobia, sonofobia, alta sensibilidad a productos químicos y de limpieza, así como perfumes.
El síntoma más limitante es el dolor insoportable, calificado como el más fuerte que puede soportar un ser humano antes de perder la consciencia.