El único tratamiento es la cirugía. Es un tumor, y si es benigno, puede ser extirpado y quedar curado. En el caso de operarte por cirugía abierta, la única ventaja es la posibilidad de realizar una ecografía interna y un tacto con el cual localizar posibles tumoraciones. La técnica laparoscópica, según en qué circunstancias y manos es mejor, pero puede suponer otros riesgos.