Los pacientes pueden sufrir varios síntomas. El cuadro neurológico se manifiesta en irritabilidad, incapacidad para andar, hiperextensión de las rodillas, abolición de los reflejos, emaciación (adelgazamiento extremo debido a enfermedad), debilidad generalizada, hipotonía (tono anormalmente disminuido del músculo), convulsiones, atrofia (disminución de volumen y peso de un órgano) óptica y tetraparesia (parálisis incompleta o ligera de los cuatro miembros), enumera la Asociación MPS España.
También se vincula a una afectación ósea, precisamente con rasgos faciales toscos, sordera y anomalías en el esternón y las costillas. Y se produce una ictiosis (piel seca y escamosa) grave y existe una intensa anomalía de la granulación en los leucocitos o glóbulos blancos. En general, los niños tienen un cierto retraso del desarrollo y tardan más en aprender a hablar o caminar.