Una persona con Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede llevar una vida similar a la de la población general, independientemente del género o la edad en la que ha sido diagnosticada.
Alrededor del 70% de los pacientes experimentan un curso crónico y de por vida, con empeoramiento y mejora de los síntomas con tratamiento. Mientras que cerca del 5% tiene síntomas episódicos con remisión parcial o completa entre episodios.
Para tener una mejor calidad de vida, se recomienda a las personas con Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) recibir la ayuda de un psicoterapeuta para intentar suprimir sus pensamientos pertubadores, intrusivos o inapropiados y concentrarse en pensamientos saludables.