La cirrosis hepática no es contagiosa. Es una enfermedad crónica degenerativa que no puede transmitirse de persona a persona. Si algún miembro de tu familia o una persona cercana sufre cirrosis hepática no puede contagiarte. Tampoco se contagia por transmisión sexual.
La cirrosis es una consecuencia y puede ser ocasionada por múltiples factores, entre ellos alguna infección, pero no se ha demostrado que el virus que causa la hepatitis se contagie por contacto.