Los datos estadísticos actuales muestran que los pacientes con IgA pueden entrar en remisión, lo que representa entre el 4% y el 20%. La tasa de supervivencia en 10 años es del 80%-90% y habrá un 20%-30% de los pacientes que desarrollen insuficiencia renal progresiva. La nefropatía por IgA es una enfermedad renal crónica y los pacientes sólo tendrán síntomas leves y molestias después de 10 años y la enfermedad se convertirá en una amenaza para la vida después de 30 años. Alrededor del 35% de los pacientes desarrollarán insuficiencia renal terminal y el resto padecerán proteinuria y/o hematuria persistentes.