Con una cistoscopia, ideal con anestesia epidural o general, para poder distender la vejiga, cosa que no es posible cuando el paciente está despierto; al distender la vejiga aparecen lesiones que no se ven a simple vista, petequias y úlceras de Hunner, estas lesiones confirman el diagnóstico.
Aunque algunos urólogos prefieren incluir a la CI
bajo el nombre de síndrome de vejiga dolorosa para englobar otros síntomas que están dentro del cuadro de vejiga dolorosa, pero que no son tan intensos.
También se suele hace una urodinamia para saber la capacidad de almacenamiento de orina de la vejiga y evaluar el músculo detrusor y su grado de hiperactividad.