La esperanza de vida para las personas con Histiocitosis de células de Langerhans puede variar mucho de un paciente a otro; sin embargo, en la mayoría de los niños la enfermedad desaparece por sí sola.
El pronóstico depende principalmente del número de órganos implicados, la gravedad de la afectación y la edad en la que se presentan los síntomas.
En general, los pacientes jóvenes y aquellos en los que la enfermedad está presente en muchas partes del cuerpo tienen una expectativa de vida más corta, sobre todo aquellos con problemas en el bazo, el pulmón o la médula ósea.
Por otro lado, diversos estudios aseguran que los recién nacidos que solo presentan lesiones en la piel tienden a llevar una vida completamente normal.