La expectativa de vida de una persona con neuropatía periférica depende en gran medida de si se puede identificar y tratar una causa subyacente para controlar los síntomas y ayudar al paciente a lograr la mayor independencia posible.
Generalmente, si el problema se diagnostica temprano y la persona afectada recibe tratamiento adecuado y con éxito, el pronóstico es muy bueno.
Aun así, mientras que algunos pacientes se recuperan completamente con el tratamiento, otros pueden desarrollar una condición crónica que requiere terapia y apoyo continuo para mejorar la calidad de vida.