La actividad física es requerida para las personas con Síndrome de Prader Willi, pero está al igual que las dietas, debe ser supervisada por un especialista (terapeuta físico por ejemplo) ya que debido al alto umbral del dolor, puede haber un accidente y no comunicarlo o se les puede poner una rutina que está más allá de sus límites. La equinoterapia ha sido recomendada para las personas con Prader, aunque deportes como la natación, box o cualquier otro es recomendable, siempre y cuando se realice con la supervisión requerida.