El diagnóstico de la enfermedad de Still puede ser un desafío, ya que sus síntomas pueden ser similares a otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Sin embargo, hay ciertos criterios que los médicos utilizan para diagnosticar la enfermedad de Still. Estos criterios incluyen:
Fiebre persistente de al menos una semana, que suele ser diaria y alta.
Erupción cutánea evanescente (es decir, que aparece y desaparece rápidamente) que se presenta en momentos de fiebre alta.
Artritis, que puede ser migratoria y afectar a múltiples articulaciones.
Glándulas inflamadas, especialmente en el cuello, axilas o ingle.
Leucocitosis (aumento del número de glóbulos blancos en la sangre) con neutrofilia (aumento del número de neutrófilos en la sangre).
Además de estos criterios, otros exámenes pueden ser útiles para confirmar el diagnóstico de la enfermedad de Still, como:
- Pruebas de laboratorio para medir la inflamación en el cuerpo
- Radiografías y otros estudios de imagen para evaluar la inflamación en las articulaciones y otros órganos.
Además, para descartar otras enfermedades pueden:
- extraer un trozo de musculo para analizar También pueden
- pinchar o extraer un ganglio
- extraer médula ósea del esternón.
Es importante tener en cuenta que la enfermedad de Still puede afectar a diferentes personas de diferentes maneras, y puede haber algunos pacientes que no cumplen todos los criterios diagnósticos.