La expectativa de vida de un paciente al que le han detectado miopatía mitocondrial es muy variable, debido a que este es un término que se refiere a un grupo de trastornos que afectan especialmente los músculos u otras partes del cuerpo como el cerebro.
Por ejemplo, un paciente diagnosticado con una de las miopatías mitocondriales más común, la Oftalmoplejía Externa Progresiva Crónica (CPEO), puede llevar una vida completamente normal, mientras que otro diagnosticado con el síndrome de Leigh tiene una esperanza de vida más comprometida.
Las personas con miopatía mitocondrial más severa pueden morir a causa de insuficiencia respiratoria, insuficiencia cardíaca o incidentes cerebrales agudos, como convulsiones o accidentes cerebrovasculares.